Cada año cuando llega el
final de curso la guardería a la que va mi niña organiza una barbacoa familiar,
padres y niños nos juntamos con las educadoras de la guardería y disfrutamos de
una jornada de actividades y comilona para despedir el curso escolar.
Es una cita a la que no
hemos fallado desde que Júlia entro en la guarde y este año al ser el último no
podía ser diferente. Mi pitufa en septiembre ya da el salto al colegio y con
gran tristeza y agradecimiento tendremos que despedirnos de sus educadoras, a
las cuales les doy mi más sincero agradecimiento por haber cuidado y colaborado
enormemente en la educación de mi hija, con un amor y entrega infinita que me
han dado una gran seguridad y aprecio hacia ellas.
Esta barbacoa que
preparan en la montaña las educadoras la acompañamos con aperitivos y primeros
platos elaborados por los padres, una gran variedad de sabores que hacen de
esta fiesta una especie de “reunión familiar” llena de ensaladas, quiches
lorraine, empanadas, etc.
Al finalizar la comida
llega el momento de los postres… Y con él el Concurso de Pasteles!!!!!
Como no podía ser de otra
manera cada año he participado encantada y esta vez, en un día donde el cielo
amenazaba con lluvia, decidí hacer una tarta arcoíris para dar color a la
jornada.
El piso inferior era un
bizcocho de chocolate con relleno de chocolate y bolitas de cereal cubierto de
chocolate blanco. El piso superior (el arcoíris) era un bizcocho de piña y
lima-limón con relleno de vainilla y coco.
Gané el premio al pastel
más original, pero el verdadero premio ha sido tener a mi hija en la mejor
guardería que existe.
Gracias por todo!
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