Y es que se trata de un pastel para celebrar los 40 años de un grupo de amigos que estudiaron juntos en el colegio Janer y que a día de hoy siguen compartiendo aventuras.
Las historias que deben de compartir seguramente darían para escribir más de un libro, y es que las buenas amistades, y más si son de las de toda la vida, guardan muchas anécdotas, recuerdos y juergas vividas.
El encargo era claro, el escudo del colegio y el número 40 de los años de los integrantes de la pandilla. Una preciosa manera de celebrar media vida juntos!
El pastel era un clásico que nunca falla, bizcocho de chocolate relleno de nutella y crujiente de almendras.
La verdad es que les encantó y ver la cara al entregar el pastel vale todas las horas invertidas!
Hasta pronto!
