Lo prometido es deuda:
Aquí os enseño los cupcakes que llevé a la guardería para que celebraran el
cumpleaños de Júlia.
Tratándose de niños pensé
en hacerles algo divertido y fácil de comer, así que unos cupcakes eran la
solución perfecta! Y realizarlos a imagen y semejanza del monstruo de las
galletas (todo un clásico en decoración de cupcakes) era la mejor opción,
teniendo en cuenta que el azul es el color favorito de Júlia.
Así que a eso de las 4 de
la madrugada estaba yo poniéndole los “pelos” a los cupcakes, pintando ojos y dándoles
de comer su famosa galleta con chips de chocolate.
Los cupcakes eran
pequeñas piñatas de chocolate que escondían lacasitos en su interior (éxito asegurado
entre los pequeños). Utilicé un frosting de vainilla teñido de azul para la
decoración y fondant para los ojos.
A mí me encantó el
resultado y aunque me costó varias horas de sueño mereció la pena!
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