Ayyyy cuanto tiempo me ha costado decidirme a elaborar mis propios
macarons... creo que desde que los vi por primera vez supe que por mis manos
pasaría, pero al buscar recetas sobre estos pequeños bocaditos: HORROR!!!!!!
todas ellas hacían referencia a la dificultad de elaborarlos, de las continuas
pruebas hasta poder elaborarlos, y allí mismo decenas de comentarios de
reposteros amateurs que habían visto sus macarons acabar en el fondo de la
basura...
Me entró el miedo, el respeto, el "no sé si podré".... el "me
va a entrar la mala leche como los tenga que tirar", y así mil y una
razones por las que me autoconvencía de dejarlo estar.
Pero el otro día en el supermercado no me pude resistir y añadí a mi carrito
de la compra la harina de almendra... Alá, ya está hecho, de esta no me
escapo!
Y al sacar la compra dejé la harina de almendra bien visible, en la
estantería vigilándome, no sea que intentara esconderla al fondo de la despensa
y "olvidarme" de elaborar mis primeros macarons.
Así que este fin de semana me armé de valor, me conciencié de que podrían
quedarme fatal, sin el característico pie, deformes, malos, quemados, crudos,
para tirar....
Y seguí la receta de marialunarillos, y tuve paciencia infinita durante el
secado... y cuando abrí el horno... No me lo podía creer!!!!!!!!!!!!!!! Estaban
preciosos, con un súper pie, bien definido y esponjoso... ufffffff..... que
descanso.
Así que con una sonrisa que no me cabía en la cara (creo que todavía me
dura) rellené mis adorados macarons y degusté ese dulce pecado... crujiente por
fuera, esponjoso por dentro y con la cremosidad del relleno inundando toda la
boca... madre mía... pero que buenos están!
Hice dos medidas diferentes, un macaron normal y un mega macaron. Los
pequeños los rellené de dulce de leche y los gigantones de ganaché de chocolate
negro. Una locura...
Así que desde aquí os animo, a todos los que como yo tenéis un miedo atroz a
hacer macarons y morir en el intento, a hacer los vuestros, porque SE PUEDE!
Espero que os hayan gustado tanto como a mí y que lo intentéis!
