viernes, 16 de diciembre de 2011

Cheese Cake para chuparse los dedos!

Hoy os traigo una recetilla fácil e ideal para estas fiestas o para cualquier ocasión oye! que cualquier día es bueno para darse un homenaje no?
Bien, se trata de un pastel de queso, más conocido como Cheese Cake.
Lo he hecho ya en varias ocasiones y el resultado es siempre el mismo...no queda ni el rastro!




Aquí va la receta!

Ingredientes:
Pera la Base:
250gr de galletas Digestive (son las que quedan mejor)
100gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.

Para el pastel
500gr de queso fresco (tipo philadelphia)
170gr de azúcar
1 cucharadita de postre de esencia de vainilla
1 cucharadita de postre de zumo de limón
4 huevos
Cobertura:
Mermelada de frutas del bosque o arándanos

Preparación:

Lo primero que haremos es la base del Cheese Cake.
Trituramos las galletas (yo utilizo el accesorio picador del minipimer, pero si queréis liaros a mamporros con las galletas yo no me meto...) y las mezclamos con la mantequilla hasta tener una pasta homogénea. Es súper importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente, la podemos sacar el día anterior de la nevera o en verano una horita antes. Os recomiendo también que utilicéis un molde desmontable o uno de silicona, porque será mucho más fácil sacar el pastel sin romperlo. Engrasamos el molde con un poco de mantequilla y repartimos la masa de galletas en la base ayudándonos de una cuchara. Ponemos el molde en la nevera para que se endurezca un poco y mientras preparamos el resto.

Precalentamos el horno a 180º.

Con la ayuda de un batidor eléctrico batimos el queso fresco hasta conseguir una textura suave, con unos 2 minutos será suficiente. A continuación vamos incorporando el azúcar poco a poco, añadimos la esencia de vainilla y el zumo de limón y batimos hasta que se incorpore todo completamente.
Añadimos los huevos uno a uno, esperando a que se incorporen totalmente.

Sacamos el molde de la nevera y vertemos la preparación.

Lo metemos en el horno y en unos 45 minutos estará perfecto!
Apagamos el horno y dejamos el pastel dentro hasta que se enfríe (puede ser toda la noche) con la puerta de horno un poco abierta.
Cuando se haya enfriado y aun sin desmoldar le ponemos la cobertura de mermelada y lo ponemos en la nevera unas dos horitas.

Pasado este tiempo, pasamos un cuchillo por el borde y ya podemos desmoldar y servir!

Venga!! ya podéis empezar a sacar la mantequilla de la nevera!!!!


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